Una vez, mi padre me llevó a una feria muy especial, muyálejos de casa. Nada más llegar, me pidió que moviera mis manos como un mago para que las luces se encendieran o apagaran a mi antojo.
-¡Es fantástico! -grite emocionado.
Hoy papá me ha llevado a la feria, y no os podeis imaginar que ilusión me hace. La feria es un lugar mágico, lleno de luces, colores, música y, sobre todo, ¡diversión! Sin embargo, esta feria tiene algo especial… Una bruja ha colgado su escoba para ser maquinista de un tren volador, montañas rusas que parecen autenticas montañas cubiertas de nieve, autos de choque que salen de la pista al antojo del conductor y se pasean por el recinto… ¡Esta feria parece haber cobrado vida!
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