Una aventura muy animal para hablar de nuestras emociones.
Sea alegría, tristeza o miedo, sorpresa,
calma, asco, enfado o ternura
lo que siento,
es de lo más natural
hacer un poco el animal.
Un cuento para entender que todas las emociones son buenas, si sabemos identificarlas y gestionarlas. ¡Descúbrelo en este relato salvajemente tierno!
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