Una conmovedora historia para grandes y pequeños sobre la aceptación de las diferencias y que ayuda a afrontar la pérdida de un ser querido.
En una noche de primavera, bajo la luz de la luna llena, la oveja Delia Derito dio a luz a su hijo, al que llamó Kor Derito. Kor era una ovejita muy especial, y a medida que pasaba el tiempo, más se demostraba que Kor no era como los demás corderos, con sus cuerpos cubiertos de lana blanca…¡El pequeño tenía el cuerpo cubierto de nube! Una nube a veces blanca, a veces nublada, ¡incluso llena de relámpagos! Sin duda, Kor era una oveja muy especial, y por eso le costaba más relacionarse con los demás. Él no estaba hecho para saltar vallas y ayudar a los niños a conciliar el sueño; lo que a él le gustaba más era estar en la naturaleza.
Pero como las nubes, pronto Kor se dio cuenta de que su lugar estaba en el cielo.
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