Todos los jugadores (hasta 18, con un mínimo de 8) se disponen en círculo de forma que pueden verse todos entre sí. Una persona ha de hacer de maestro de ceremonias y no jugar.
La mayoría de los jugadores serán aldeanos y algunos serán hombres lobo (también habrá una bruja, en la versión más sencilla, y otros personajes adicionales en versiones más avanzadas del juego) pero nadie sabrá lo que son los demás.
El maestro de ceremonias ordenará que cierren los ojos (es por la noche y el pueblo duerme) para indicar que lo abran los hombres lobo e indiquen por gestos a quien asesinan. Luego despiertan todos y tras anunciar la pérdida, todos deberán debatir sobre quién creen que es un hombre lobo y ajusticiarlo.
Muy divertido, para amenizar grandes reuniones donde unos se acusarán a otros por los motivos más peregrinos.
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