Los padres nos aman, nos protegen, nos enseñan, nos ayudan y nos ofrecen un refugio seguro y cómodo para que nos sintamos protegidos. Su amor va más allá de toda medida, están dispuestos a hacer cualquier cosa para hacernos felices. Pero los niños también sentimos lo mismo. Podemos percibir cuando papá está preocupado o sentir el cansancio que nuestra madre intenta ocultar. Si tan solo pudiéramos hacer desaparecer sus preocupaciones para siempre…
Haríamos cualquier cosa por vosotros. Nos comeríamos, sin rechistar, todas las verduras. Nos enfrentaríamos, con valentía, a todos nuestros miedos, solucionaríamos, por arte de magia, todas vuestras penas. Aunque el tiempo avance, vosotros siempre estáis ahí para atraparnos cuando caemos, y nosotros nos aseguraremos de estar ahí para abrazaros cuando os sintáis tristes.
«Una obra sencilla y que va directa al corazón, donde texto e ilustración se fusionan a la perfección.»
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